ANALICEMOS ESTA NOTICIA

Ha caído en mis manos una noticia aparecida en un periódico en la sección de medio ambiente que no tiene desperdicio.

El aumento de las personas que viven solas perjudica el medio ambiente
Solteros jóvenes y con buen nivel económico, quienes más recursos gastan

Al leer el titular me he asustado. ¡Pero si soy un amante del Medio Ambiente!. Me tranquiliza el subtítulo eso de ¿buen nivel económico me concierne a mí humilde trabajador?. Sigamos:

• Las personas que viven solas utilizan de un modo menos eficiente la energía y el espacio, y producen mucha más basura que quienes comparten su vivienda

¡Que vengan a mi casa ya verán cómo utilizo el espacio! Mi salón, es a la vez cuarto de estudio. Mi baño, tendedero y es tan estrecho que tengo que sortear el WC de lado y el comedor es también el trastero donde guardo la bici. La energía. Ahora mismo la radio, el ordenador y tres bombillas. Un derroche!! Más:

Por elección o por circunstancias de la vida, cada cada vez más personas viven solas

Lo mío va a ser… por circunstancias de la vida. Bueno elegí irme de casa de mis padres.

Hace 15 años vivían en España 1,6 millones de «solitarios»; los datos del último censo elevaban esa cifra hasta los 2,9 millones.

Gracias por lo de solitarios entre comillas, se hace mas llevadero. Ahora se nos llama sueltos. En realidad todos tenemos nuestras esclavitudes.

Los motivos de este aumento son diversos, desde el incremento en los divorcios hasta las simples preferencias de muchos solteros de entre 24 y 34 años —en este grupo de edad el número de los que viven solos se triplicó que deciden sacrificar la compañía a cambio de más libertad

Sacrificar la compañía a cambio de más libertad…qué tendrá que ver una cosa con la otra.

Pero lo que parece poco probable es que entre los factores considerados por quienes deciden vivir solos se encuentre un análisis de impacto medioambiental; y ese impacto existe.

Poco a poco nos acercamos al meollo de la noticia. Hasta ahora conjeturas sin fundamento.

Un estudio del University College de Londres y publicado este mes en la revista científica “Enviroment, Development and Sustainability”

Acabáramos, la Universidad de Londres, entonces el estudio debe ser de nivel.

” vivir solo es una potencial bomba de relojería medioambiental.Basándose en datos recogidos en Gales e Inglaterra, los investigadores afirman que «la actual tendencia a la vivienda individual añadida al mayor poder adquisitivo de quienes optan por ella causará con probabilidad una crisis de consumo».

Basados en datos de Inglaterra y Gales. Ya no sabemos si es extrapolable a España. Apuntemos el concepto “crisis de consumo.

Ahora, cuentan los datos que, quienes viven solos, cada vez más jóvenes, no gustan de escatimar. Consumen un 38 por ciento más de productos, 42 por ciento más de embalajes, 55 por ciento más de electricidad y 61 por ciento más de gas per cápita de media que un hogar habitado por cuatro personas.

Cada vez entiendo menos. ¿Cómo se puede llegar a consumir más que 4 personas?

La producción de basura también es muy superior. Frente a los 1.000 kilos por persona y año en viviendas con cuatro o más habitantes, el solitario crea 1.600 kilos de desperdicios anuales, y para rematar la faena ecológica, el estudio afirma que también producen más dióxido de carbono.

¡1600 Kilos de basura! Si saco una media de 2 bolsas de basura a la semana. ¡ Cada bolsa debe pesar 15 kilos!. ¡Ménudo ejercicio bajar 3 pisos sin ascensor con las bolsas!. Apuntad el concepto: “faena ecológica” . Consumimos más dióxido de carbono. Es decir respiramos más que cualquier otro mortal. Yo lo hago más hondo cada vez que leo tan grandes afirmaciones…

Pero no acaban aquí los inconvenientes medioambientales de la soledad. El estudio señala que, en una época en que el espacio se convierte en un preciado bien en las atestadas ciudades del mundo, los solitarios ocupan más y con menor eficiencia. En España, el crecimiento de las viviendas habitadas por una sola persona explica, en parte, que, según el INE, el número de hogares haya aumentado un 20 por ciento pese a que la población sólo haya crecido un 5 por ciento

Ocupamos con menor eficiencia. ¿Significa que para ocupar con mayor eficiencia tiene que haber más personas por metro cuadrado?. Vamos con las conclusiones:

Para los autores del estudio el problema representa también una oportunidad. «Existe una posibilidad real para acomodar a este grupo en nuevas viviendas ecológicas, prestigiosas, bien diseñadas y respetuosas con el medio ambiente».
El artículo sugiere que los gobiernos fomenten la construcción de viviendas atractivas para el grupo al que van dirigidas —hombres solteros entre 35 y 45, con buen nivel adquisitivo son los que más contaminan per cápi-ta— tanto en el ámbito público como en el privado, y proponen la introducción de una tasa de ocupación, impuesto por uso ineficiente del espacio.

Un impuesto por uso ineficiente del espacio. Nos van a decir cuál es el uso óptimo, cuánto tenemos que consumir. Se parece al anuncio de tráfico “no podemos conducir por tí”. En este caso “no podemoos vivir por tí”.

Las personas que viven solas en la actualidad, concluye el estudio, tienen más posibilidades económicas que nunca y, con los incentivos adecuados, pueden estar dispuestos a invertir en viviendas más ecológicas, de atractivo diseño y equipadas con los últimos avances tecnológicos. No obstante, para poder hacer realidad estos proyectos, los promotores inmobiliarios con quienes los autores del artículo hablaron para comprobar su viabilidad, señalaron la necesidad de que el Gobierno implante reglamentos ecológicos más estrictos en la construcción de nuevas viviendas.

Ya entiendo, todo esto es para decir que se debe construir viviendas más ecológicas. Pues para este viaje no necesitamos alforjas.

El ahorro de energía y su uso eficiente es efectivamente es tarea de todos y consecuencia de los hábitos, de la construcción de las viviendas, de sus instalaciones. Pero no tiene nada que ver que se viva solo, acompañado, con familia, con perro o con plantas

La prensa se hace eco muy a menudo de estudios que se llaman “ciéntificos” y que en realidad no se sabe si el objeto de estos estudios es justificar el sueldo de los autores o su falta de ideas. Es una pena que la “ciencia” llegue de esta manera a los lectores de cualquier periódico.
De verdad, esto es de risa.