A eso de la 1 de la mañana y después de una salida por carretera complicada desde Madrid llegábamos a Sarria. Decidimos subir hasta Barbadelos para encontrar un sitio mejor para dormir.
En una pradera al borde del camino pusimos nuestras colchonetas. El cielo estaba despejado y el festival de estrellas era grandioso. Para algunos era la primera vez que dormÃan haciendo vivac.
Durante la madrugada la niebla y el rocÃo nos mojó. Sentà como la lluvÃa fina caÃa sobre mi cara una de las veces que me desperté. Poco antes de las 7:00 estábamos de pie en busca de nuestra primera etapa.
Vimos pasar fugazmente (estaba bastante dormido, hasta que no me lavo la cara no soy una persona) un grupo de 46 portugueses, que luego nos irÃamos encontrando a lo largo del camino.