CRÓNICA. EXCURSIÓN A VALSAÍN. 29 de Octubre

Las fotos de esta ruta

Valsaín- Boca del Asno- Valsaín (por camino de las Pesquerías)
Desnivel acumulado: 200 m
Duración: 3 h sin perderse y 4 h 30 con el plus
Dificultad: 1 Senderismo

No sabía que ruta elegir. Quería visitar el Alberche, Somosierra, el Pinar de Valsaín. Elegí el Pinar de Valsaín, por ello de la familiaridad de la sierra de Guadarrama. Tenía que ir solo hasta allí y ya sabeís lo poco que me gusta conducir. Tuve que pasar el Puerto de Navacerrada con sus 7 revueltas.

Valsaín está nada más pasar este puerto y antes de llegar a la Granja. Había quedado allí a las 9:30 con los Espinariegos en el día del cambio de hora. Me costó horrores levantarme a las 7:30 de la mañana. LLegué un poco tarde, a veces también soy impuntual.

El bar lo abrían a las 12:00. Con lo que nos fuimos a buscar otro. En la Hilaria al borde de la carretera del puerto nos tomamos el café de rigor y planeamos la ruta. Seguiríamos un itinerario descrito por Alfredo Merino en el Mundo. En realidad dos, ya que queríamos, primero ir desde Valsaín a la Boca del Asno por la Dehesa de Navalrincón y luego ir al Cojón de Pacheco. Habeís oído bien, una tremenda roca en forma de…vaya con el tal Pacheco. La toponimia de la zona tiene su gracia.

Comenzamos, acertamos a la primera por el camino de inicio, cosa que no es nada fácil cuando no se conoce la ruta. Seguimos las indicaciones del papelillo hasta que una vez cruzado el arroyo de los Acebos quise darle un poquito de dureza al asunto subiendo por otro camino que se dirigía hacía un mirador. Silvia me puso mala cara pero nos siguió.

Cuando vas con un mapa supones que sigues un camino marcado en él, si los indicios -altitud, rumbo, referencias…- que vas viendo no concuerdan con las del mapa…chungo, te estás perdiendo. Descansamos y comimos algo y poco después de reanudar la marcha, Silvia se quedó bajo un pino con un walkie, mientras Txema seguía el camino de la derecha con otro walkie y yo seguía subiendo intentando llegar a lo más alto con otro walkie… Txema, este camino no me gusta 1300m y sigue subiendo. Carlos, este tampoco va dirección SW y no sur. Tercera opción volver al arroyo de los Acebos y retomar la ruta del papelillo.

Esto de orientarse mola y de descubrir nuevos caminos. El bosque de pinos está lleno de senderos y con un mapa de escala 1:50000 es díficil orientarse. En realidad es posible que en vez de tomar un camino dirección Sur, lo tomaramos SW.

Teníamos que llegar a la fuente del Lino. Fué la fuente del tío Linos lo que se leía en la tabla de madera clavada en un pino, si no es por esta indicación hubieramos seguido por otro sendero. Hay que estar atento a todos los indicios para orientarse…

En la boca del Asno comimos tirados al lado del río Eresma. Y luego un sueñecito… Con la vuelta que habíamos hecho de más ya no dió tiempo a ir a ver el Cojón de Pacheco.

Fué la marcha de los sentidos, el ruido del agua al correr es increíble, los pájaros, un bichejo parecido a una abeja con un aguijón enorme que hace un ruido característico, vimos setas entre ellas un Nízcalo, eso es lo que dijo Silvia. Árboles con el fruto rojo, azul. Robles con los colores del Otoño. Acebos. Pinos muy altos. Lástima que mi conocimiento de la flora y fauna sea tan escaso y sólo sepa de esos seres inanimados llamados piedras.

También olores pues al acercarnos a Valsaín de vuelta, recorriendo el camino por el lado izquierdo del río Erema se olía la leña quemada de los fuegos con los que estaban cocinando la carne que se estarían zampando los “dominguis” en Valsaín.

Y de vuelta pasando por Los Asientos, otro área recreativa llena de familias en un día plenamente veraniego, también nos encontramos para nuestra sorpresa un acueducto, el puente de los Canales en el llamado Camino de las Pesquerías (que es el que seguíamos). Un canal de madera sobre 27 pilares de piedra que llevaba el agua desde el aserradero de Valsaín hasta el Palacio. Y estaba allí y nosotros sin saberlo.

Nos sentamos en el bar de la plaza. ¡ Pues ya no servían! A las 16:30. Pues a la Hilaria. Estaba hasta arriba de gente terminando de comer platos y platos llenos de comida. Por la mañana sólo estábamos nosotos…

En definitiva maravillas de la naturaleza como esta no se merece uno perderse.

Carlos

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