El miércoles por la noche se cuajó lo que serÃa otra excursión. A eso de las 10:15 de la noche Txema y Silvia me confirmaron que me “sacaban” a pasear por el monte.
En la era moderna ya de poco sirve la programacvión y los planes surjen de ahora para ya. Poco a poco me voy acostumbrarndo a esto. Y contando que el resultado no está nada mal hay que tomarlo como una realidad.
En aquel momento no tenÃa en la cabeza esa excursión deseada. Con lo que me fui al Espinar, en donde viven Txema y Silvia. Cuando iba por la carretera de la Coruña estaba todo des`pejado menos una boina de niebla posada desde la Peñota hacia el Oste. Al pasar el túnel del Guadarrama zas todo encapotado, una nube sobre El Espinar. Vaya microclima!!
Después de un desayuno de chocolate con churros empezamos la ruta. Era ya tarde, el horario segui sin ser nada montañero, como últimamente.
Hicimos una ruta por los montes de El Espinar. Fuimos primero a Peña la casa. Observad la primera foto y comprendereÃs el nombre. Subimos hacia la cuerda, separacion de las provincias de Segovia y Avila. Para mi sorpresa contemple un paisaje que contrastaba con los pinares por donde habÃamos subido. Unas grandes explanadas y una serie de lagunas. Estabamos en las lagunas (no se quebraron la cabeza al poner el nombre). HacÃa un poco de frio y decidimos seguir hasta un lugar en que hay puesta una cruz.
Tuvimos que salirnos del camino y “navegar” un poquillo. Hicimos una pequeña trepada hasta la cruz en lo alto de una roca.
Pospusimos la hora de la comida para disgusto de mi estómago que ya no aguantaba mas. Pero es que bajaba la niebla amenazadamente con lo que empezamos el regreso por un camino distito al previsto para no meternos de lleno en la nubecita.
A eso de las 15:30 comimos en una majada. Una hora despúes seguimos la vuelta.
Una bajada pronunciada por una torrentera en que nos dimos un susto, ya que Silvia se cayó y se hizo daño en la rodilla, pero no fue nada y seguimos para abajo. Retomamos el camino. Los caminos y senderos están bastante perdidos por aquellos montes de no utilizarlos.
En otra foto podeÃs ver lo sucio que está el monte. Sucio de leña caÃda. Esto indica la dejadez de nuestros bosques.
Sobre las 5 de la tarde llegamos al Espinar de vuelta.
Fueron 4 horas de andar y no llegaron a 500 m de desnivel de subida.
Estubo muy bien, un bosque precioso, un paisaje de las lagunas y praderas que merecieron la pena. La ruta discurrió por senderos y por caminos que tuvimos que inventarnos nosotros con lo que le dio encanto. Trepamos un poquillo. Y yo hice una bajadita como las que me gustan embalado torrentera abajo. Sobrepasó la dificultad 1 y llegó a la 2 pero no pasó de aquÃ. Nada que no pudieraÃs hacer.