EN EL DÍA DE LA JUSTICIA GLOBAL

Desde el Partido Político Por un Mundo Más Justo (M+J), nos sumamos a la celebración del Día Mundial de la Justicia Global, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas por primera vez en el año 2007, con la intención de que contribuya a los esfuerzos de la comunidad internacional en la erradicación de la pobreza, el fomento del pleno empleo y el trabajo decente, la equidad de género y el acceso al bienestar social y la justicia para todos.

Los Estados miembros de la ONU asumieron en su día un compromiso con la creación y desarrollo de un marco para la acción encaminado a promover la justicia social a escala nacional, regional e internacional. Reconocieron que el crecimiento económico debe promover la equidad y la justicia social y que una sociedad para todos ha de basarse en la justicia social  y en el respeto de todos los derechos humanos y libertades.

La justicia social remite directamente al derecho de los sectores más desfavorecidos de la sociedad, en especial de los trabajadores, y al goce de los derechos humanos sociales y económicos, conocidos como derecho de segunda generación, del que ningún ser humano debería ser privado. La idea de justicia social comprende el conjunto de decisiones, normas y principios considerados razonables para garantizar condiciones de trabajo y de vida decentes para toda la población. Alude también a la concepción de un Estado activo que ayude a salvar los obstáculos que impiden el desarrollo de relaciones en igualdad de condiciones.

Desde el Partido Político Por un Mundo Más Justo (M+J) abogamos por el reconocimiento de facto de la igualdad de derechos entre todos los hombres y mujeres, sin distinción de nacionalidad, raza, condición social, sexo o religión y nos sumamos a defender una concepción de la justicia social basada en la primacía de las personas sobre las estructuras sociales y en el destino universal de todos los bienes.

La defensa de los derechos humanos tal y como fueron proclamados en la Declaración Universal de Naciones Unidas de 1948, nos compromete en un trabajo como sociedad  y como partido político que:

i)       Está centrado en el bien de la persona: los derechos humanos en su especificación económica, política o social ponen de relieve la dignidad del ser humano, ningún interés político de ámbito nacional o internacional puede prevalecer sobre la persona.

ii)      Vincula la paz con la justicia: si queremos verdaderamente la paz es irrenunciable la lucha para que todas las personas tengan garantizados sus derechos fundamentales.

iii)     Demanda a las instituciones sociales que justifiquen su existencia: sólo en la medida que ponen su eficacia y prestigio al servicio del desarrollo de las personas y de la promoción de los derechos humanos tienen razón en su ser y en su destino.

En esta ingente tarea de promover y acercarnos a la tan ansiada Justicia Social Global  subrayamos la grave responsabilidad de los gobiernos de las naciones. Ellos son los que pueden arbitrar políticas y medidas que reduzca el aberrante nivel de desigualdad existente entre las naciones y dentro de las mismas naciones, entre las regiones, comunidades e individuos. Pero esta responsabilidad no recae de forma exclusiva sobre los gobernantes; la iniciativa de las instituciones privadas y de los movimientos sociales, es imprescindible para lograr un reparto más justo de la riqueza y para aumentar una conciencia de solidaridad entre todas las personas.

Es cierto que muchas cosas que se antojaban imposibles para generaciones pasadas se llegaron alcanzar. Personas y grupos como el nuestro, con firme convicción, influyeron en el destino de la humanidad y le dieron una nueva orientación: se movilizaron, demandaron, propusieron. Hoy, en el Partido Político Por un Mundo Más Justo (M+J), seguimos creyendo que avanzar hacia la Justicia Social Global es posible, y apostamos por ello.