La Barranca |
El dÃa comenzba luminoso a pesar de los pronósticos del tiempo. A las 10:00 de la mañana estábamos Txema, Esther y yo en casa de Javier en los Molinos, desplegando los mapas para elegir una ruta para un dÃa con nubes y claros.
No tardamos en elegir adentrarnos de nuevo por el Valle de la Barranca, en busca del mirador de las Canchas.
Comenzamos en Hotel la Barranca siguiendo la pista que sube hasta el mirado. Comenzó a llover y nos pusimos los impermeables. A nadie se le ocurrió darse la vuelta. SeguÃamos en animada conversación.
Como he dicho en muchas ocasiones, caminar bajo la lluvia tiene también un encanto especial, el ruido, el olor, el color y el paisaje cambian.
Alcanzamos el mirador, y la naturaleza nos brindó la oportunidad de ver las cumbres llevándose las nubes, nos descubrió el sol y nos enseñó su grandeza. Y lo hacia para nosotros.
Después de este momento foto nos sentamos para realizar el primer avituallamiento. Felices por haber saciado nuestro apetito comenzamos a bajar.
Aquà es cuando cometimos “el error”. Ibámos atendiendo a las conversaciones y no al mapa, pues confÃabamos. Y al atajar, ya que la pista hacÃa muchas revueltas, nos pasamos el camino bueno. Nuestro sentido de la orientación nos indicaba que la dirección no era la correcta desde hacÃa unas curvas. Tuvimos que recalcular la ruta como un GPS vulgar hasta que encontramos el sendero ORTIZ con la indicación ( se habÃa caÃdo).
Ya los expertos nos volvÃamos a perder!! Pero esto es lo divertido.
Llegando al coche, empezó a llover de nuevo. Ya en casa de Javier, este nos preparó una deliciosa paella y la sobremesa se alargo hasta las 8 de la tarde. No tenÃamos más remedio que volver a la gran ciudad.
Otro dÃa espectacular en compañia de nuestra querida sierra y como no, de grandes amigos.
Os espero en la próxima!!
Hola Carlos!! cierto, el caminar bajo la lluvia tiene su encanto. A la gente le puede dar pereza, pero bien abrigado e “impermeabilizado”, es una gozada. Ademas: es agua!!.
Un dia estupendo.
Un abrazo