Una semana después volvimos por Cotos. Esta vez el cielo despejado y el sol prometÃa “pegar” de lo lindo.
La ruta elegida era otra: Cotos (1830 m)- Peña CÃtores (2180)- Hermana Menor (2268 m)- Cotos
Duración: 3 h aprox. Dificultad: Baja
Nos encontramos de nuevo en la Venta Marcelino. Los integrantes de esta excursión ibamos a ser Alberto y Alejandra (que repetÃan de la semana anterior),Mónica, MarÃa (en la jornada en la que iba a subir sus dos primeras cumbres) y Javier y yo que subÃamos desde Cercedilla.
Peña CÃtores |
Después de esperar a que Alberto se terminara su supertostada con cierta pereza comenzamos a andar a una hora poco montañera. HabÃa que encontrar el sendero que salÃa desde detrás del Club Alpino Español. Costó unos cuantos saltos de valla. Desde que está protegido el Parque de Peñalara, n han dejado de poner puertas al campo para protegerlo de los “desalmados” y “destructores” humanos.
Tanto conservacionismo me altera y deja escapar mi antiecologismo. Soy un amante de la montaña y no un amante de la prohibición y del NO se puede.
Dejamos a nuestra izquierda el sendero bien marcado que se dirigÃa a la pista Zabala y tomamos un camino más allá de las vallas del parque mal indicado por unos puntos amarillos descoloridos y borrosos. El lÃmite del parque es la linea de cumbres que separa la provincia de Madrid con la de Segovia, a este otro lado es como si no importase nada…
El camino aunque en subida constante que hacÃa que las conversaciones se terminasen subÃa cómodo hacia las cumbres. Tomamos rumbo a Peña CÃtores. En el collado pudimos observar una fortificación circular del batallón Alpino
En la cumbre nos seguimos haciendo fotos como auténticos “paparazis”
Javier sacó una botella de vino y todos nos asombramos de que llevara semejante peso en la mochila. Después de “reponerse” nos dirigimos a la Cumbre de Dos Hermanas para bajar a Cotos por el camino bien marcado con objeto de no salirse y erosionar la flora revegetada.
Llegando al puerto paramos en el mirador de la Gitana, “jugamos” con un reloj de sol plantado en el suelo y bebimos agua fresquita de la fuente. Pasamos por el centro de Interpretación del Parque y vimos un renacuajo convertido en sapo en una de las dos únicas vitrinas disponibles.
Esta vez no me llevé ningún CD y libro de las jornadas cientÃficas celebradas anualmente y que se pueden consultar en www.parquenaturaldepenalara.org
Una bonita excursión para iniciarse en esta bella afición del montañismo. Y para los montañeros convencidos una buena ocasión para seguir disfrutando. Y como siempre en buena compañia.